Estos animales son prácticamente desconocidos para la mayor parte de la gente, sin embargo, para el científico representan un campo de estudio muy atractivo, por sus curiosas características individuales.
A nivel mundial se conocen alrededor de 1 265 especies de osos de agua. En México se han reportado en la bibliografía tardígrados desde 1911. Desde ese año hasta la fecha sólo 16 trabajos se han publicado en revistas científicas, lo cual nos deja ver el poco interés que estos organismos han recibido por parte de la comunidad científica del país. En México se concentran 2 especies que habitan en agua dulce, 16 especies marinas y 64 terrestres, lo que representa apenas el 6.3% de la diversidad mundial. Existen poco más de 1,300 especies descritas para todo el mundo.
Los tardígrados fueron descubiertos en 1773 por el zoólogo Johann Goeze, quién observó seres que se movían paulatinamente, y por su particular anatomía con la forma de un oso, les otorgó el nombre de Kleine Wasser-Bären, que en alemán significa “ositos de agua”.
En 1774 Bonaventura Corti, naturalista italiano descubrió su capacidad de volver a la vida. Pero no fue hasta 1776 que Lazzaro Spallanzani vuelve a retomar la característica de su lenta manera de moverse y le asigna el nombre de tardígrado (del latin tardus, que significa lento y gradus que significa paso).
Los osos de agua son seres muy pequeños, la longitud de su cuerpo varía entre 50 a 1.200 µm. Su cuerpo se divide en cinco partes: el primero corresponde a la cabeza y los cuatro restantes al tronco; cada uno contiene un par de patas, las cuales usualmente terminan en garras. A pesar de su tamaño, estos seres presentan sistemas y órganos (muscular, digestivo y reproductor) y un cerebro muy grande en proporción a su pequeño cuerpo.
Presentan diversas coloraciones en su cuerpo como blanco, café, amarillo, rojo, naranja, rosa o incluso verde, sin embargo, regularmente son grisáceos o transparentes.
Igualmente pueden presentar pigmentaciones en su estómago, esto debido al alimento que consumen. Poseen dos formas de reproducción; sexual y por partenogénesis, son ovíparos, su alimentación es por fluidos encontrados dentro de células animales o vegetales, ya que perforan las paredes celulares con un estilete oral parecido a una aguja. Algunos comen protozoarios, algas, bacterias, nemátodos e incluso a otros tardígrados.
Estos organismos están ampliamente distribuidos, se encuentran en ambientes semiacuáticos, como en las películas de agua que se localizan en los musgos, líquenes o ciertas plantas con flores. Otros viven en las profundidades del océano, algunas especies se han encontrado a más de 100 metros de profundidad, otros se encuentran en la arena o depositados en las algas que se ubican en la zona de marea, algunos más están asociados a crustáceos o moluscos.
Los principales depredadores de los tardígrados son los ácaros, arácnidos, larvas de insectos, protozoarios, moluscos, lombrices de tierra e incluso hongos u otros tardígrados de mayor tamaño.
Una de sus sorprendentes características es que al encontrarse bajo condiciones adversas o desfavorables, como la deshidratación (anhidrobiosis), congelación (criobiosis), falta de oxígeno (anoxibiosis), cambios de salinidad (osmobiosis) e incluso a la exposición de radiación ionizante y al efecto de vacío en el espacio, pueden sobrevivir. A esta fase se le conoce como criptobiosis (muerte en vida o en estado de latencia) y en ella pueden permanecer durante años. En esta fase se ven alteradas su anatomía (su cuerpo cambia, contrayéndose y retrayendo la cabeza y las patas, tomando la forma de un barril) y su fisiología (su metabolismo, crecimiento, reproducción y envejecimiento se reducen o cesan temporalmente) y así, cuando las condiciones vuelven a ser apropiadas, rápidamente regresan a su estado normal.
Por ejemplo si a una célula le quitas el agua, las proteínas se desnaturalizan, pero en el tardígrado esa agua se sustituye por una gelatina que mantiene la estructura de esas proteínas. Cuando el agua regresa, estas moléculas simplemente continúan su función.
Ecológicamente actúan como depredadores y controladores de diversas poblaciones de protozoarios y gusanos planos, así mismo son empleados como bioindicadores de la calidad del aire y del agua.
Además los tardígrados son utilizados para desarrollar estudios en medicina, por ejemplo, se ha encontrado que presentan la capacidad de reparar daños en su ADN, por lo que podría ayudar a corregir enfermedades en los seres humanos, o con ayuda de la ingeniería genética, aislar los genes que le permiten sobrevivir a las condiciones hostiles del ambiente. Así mismo, se cuenta con el proyecto TARDIS en donde participan la Universidad de Kristianstad en Suecia y la Agencia Europea Espacial (ESA), las cuales estudian específicamente la habilidad de los osos de agua para sobrevivir bajo condiciones espaciales.
A pesar de estos importantes avances, aún falta mucho por estudiar y descubrir respecto a estos extraordinarios animales microscópicos e invertebrados.
Estas Historias En Biología
Xochicalco 187 Col. Narvarte,
Ciudad de México, C.P. 03020
Llámanos: 800 68 500 50
Email: info@conamat.com
¡Queremos escucharte!
Escríbenos un comentario