Diez minutos antes de dar la medianoche la alarma sísmica se escuchó en distintas partes del país. A 133 kilómetros de Pijijiapan, Chiapas, se originó un movimiento telúrico de 8.2 grados en la escala Richter, el más fuerte que se ha registrado en los últimos 100 años en México.
Pero, ¿por qué en un sismo de tal magnitud se registraron menos daños que en 1985?
Lo primero a considerar es el epicentro donde se originó. El 19 de septiembre 1985 se registró un sismo de 8.1 grados, el epicentro fue en las costas de Michoacán, a casi 400 kilómetros de la Ciudad de México, 300 kilómetros más cerca que el de este jueves a 133 kilómetro de las costas de Chiapas.
El temblor que se sintió el jueves 7 de septiembre fue oscilatorio, movimientos circulares que tuvieron una duración cercana a los dos minutos. A diferencia de hace 32 años cuando el movimiento fue oscilatorio y trepidatorio, y fueron los daños a la infraestructura, derrumbes de edificios y viviendas, lo que causó el mayor número de muertes. Actualmente se tiene mayor precaución en la construcción del país, especificamente en la Ciudad de México, teniendo en consideración que el suelo de la zona es muy inestable.
La lección más importante que dejó el sismo de 1985 fue la prevención, probablemente el elemento que más vidas puede salvar cuando una situación como esta sucede.
La UNAM realizó una conferencia de prensa "El sismo de mayor magnitud registrado en un siglo", puedes verla aquí:
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