Todas las personas nos comunicamos a través del lenguaje, un sistema estructurado que nos permite compartir información, un sistema que cumple con diversas funciones según las necesidades comunicativas de cada individuo.¿Cuáles son las funciones del lenguaje?
Las funciones del lenguaje conforman un proceso de comunicación que, para ser analizado, involucra otras áreas de estudio de gran importancia como la lingüística, la comunicación, e incluso, la psicología, entre otras.
Por tanto, las funciones del lenguaje van más allá de la acción de transmitir y recibir un mensaje oral o escrito, y esto se debe a que la comunicación debe cumplir con el propósito de compartir información, opiniones, sentimientos, deseos, órdenes, entre otros.
Roman Jackobson fue un investigador teórico que realizó importantes estudios sobre el lenguaje y la comunicación. Uno de sus artículos más destacados es “Lingüística y poética”, (1960).
El principal propósito de los estudios de Jackobson fue determinar el carácter poético del lenguaje, por lo que le dio gran importancia a las diferentes formas que se emplean en el lenguaje para expresar un mensaje, idea, sentimiento u opinión. En este sentido, tuvo que distanciarse del formalismo ruso, cuya tendencia se inclinaba hacia los temas sociales.
A partir del estudio que Jackobson realizó sobre los factores que componen la comunicación (referente, emisor, receptor, código, canal, mensaje), este pudo definir seis diferentes funciones del lenguaje que se adaptan a las necesidades o intenciones comunicativas de los individuos.
Estas funciones fueron denominadas como referencial, emotiva, apelativa, fática, metalingüística y poética, que complementaron las que ya habían sido propuestas por el lingüista alemán Karl Bühler, clasificadas como función simbólica o representativa, función sintomática o expresiva y función señalativa o apelativa.
Esta función se basa en el uso del lenguaje para referirse a todos los factores externos y propios del proceso comunicativo, los cuales permiten verificar la objetividad y veracidad del mensaje y su relación con el referente y el contexto.
La función referencial es la más predominante en el acto comunicativo, su propósito es transmitir y dar a conocer algún dato de la realidad o contexto sin que el emisor aporte su opinión al respecto.
La función emotiva, también denominada como función expresiva o sintomática, es aquella que está centrada en los estados de ánimo, sentimientos y del “yo” del emisor.
Por ejemplo, “¡Qué noche tan hermosa!”, “¡Hoy me siento fenomenal!”, “¡Me haces mucha falta!”. Estos mensajes del emisor expresan un sentimiento hacia algo en particular.
La función apelativa o conativa es aquella en la que el emisor espera generar una reacción en el receptor e influir en su conducta.
La función apelativa se acostumbra a emplear en el lenguaje coloquial, en los anuncios publicitarios o en contextos políticos en los que se hace un amplio uso de adjetivos valorativos y se busca influir en las conductas de los demás.
Por ejemplo, “Por favor, ¿puedes abrir la venta?”, “Lee el texto y responde las preguntas a continuación”, “¡Mírame cuando te hablo!”, “Termina la cena y ve a bañarte”.
La función fática o función relacional es aquella que se centra en el canal de comunicación que utilizan el emisor y el receptor, con el objeto de verificar su funcionamiento e iniciar, prolongar o interrumpir la comunicación.
En este sentido, la función fática del lenguaje no es precisamente informar, sino verificar que el canal de comunicación funciona correctamente entre el emisor y el receptor.
Por ejemplo, se hace uso de las siguientes palabras, muletillas o frases para confirmar que el canal funciona o que interlocutor está prestando atención, “¿Aló?”, “O.k.”, “¿Sabes?”, “Diga”, “Por supuesto”, “Naturalmente”, “De acuerdo”, “Como te venía diciendo”, “Claro”, entre otras.
La función metalingüística se preocupa por el código del lenguaje. En este caso, tanto el emisor como el receptor reflexionan y analizan sobre el propio lenguaje en el que se comunican, generalmente, con el fin de aclarar alguna duda, hacer una sugerencia o corrección, incluso, ofrecer una definición.
Por tanto, se hace un amplio uso de las comillas, por ejemplo, ‘“Él” es un pronombre y “el” es un artículo”, ‘Abuela, ¿qué significa “incrédulo”?, ‘No entiendo de están hablando, ¿qué es la “numerología”?’, entre otros.
La función poética o estética del lenguaje se basa en la forma del mensaje, en los recursos literarios y en los estilismos empleados para hacer mayor énfasis en la información que se transmite, se acostumbra a emplear en las obras literarias.
El principal incentivo del lingüista Roman Jackobson para estudiar y determinar las funciones del lenguaje fue justamente la función poética y la estética que envuelve el mensaje.
Los poemas, rimas, juegos de palabras y refranes son ejemplos de la función poética del lenguaje, sin embargo, esto no quiere decir que esta función se limite solo al área literaria, también puede ser empleada en cualquier ocasión. Lo importante es que el mensaje llame la atención del receptor y genere una reacción.
“El que se casa, casa quiere”, “En casa de herrero, cuchillo de palo”, “No hay mal que por bien no venga”, “Sus labios son tan rojos como una rosa, pero sus palabras son tan duras como una roca”, “El amor es remedio para el alma”, “Su mirada tiene hechizo, no me mires porque me da miedo”, entre otros.
El tema de las funciones de la lengua, además de ser apasionante en sí mismo, es parte importante en los contenidos temáticos de los exámenes de ingreso tanto a nivel bachillerato como universitario, así que dominar las características de las funciones de la lengua, también te permitirá ingresar a tu bachillerato y universidad que tu elijas.
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